Delft (Holanda)
Edad: 23 años
En rugby: 3ª temporada
Equipo actual: RC Delft (XV) (Holanda)
Equipo en España: CM Chaminade (7) (Madrid)
Posiciones: Primer/segundo centro
1. ¿Cómo acabaste en tu ciudad actual?
Estaba acabando la carrera en Madrid, cuando se me presentó la oportunidad de venirme a Holanda a realizar el proyecto de fin de carrera con la beca Erasmus. Dada la situación actual, no me lo pensé dos veces e hice las maletas.
2. Cuéntanos tus inicios en el rugby
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Con el Chaminade, Cantarranas (Madrid) |
Cuando estudiaba en Madrid vivía en el Colegio Mayor Chaminade donde conocí a Eva. Durante mi cuarto año se puso a mover cielo y tierra para crear uno de los primeros equipos de rugby femenino en los colegios mayores y yo no pude negarme a meterme en el equipo.
Los comienzos fueron duros, en sentido de que éramos pocas chicas, sin ningún tipo de experiencia y no contábamos ni con entrenador, ni con material ni con campo. Eva tuvo mucha paciencia con nosotras, pero a todas nos sobraban ganas, así que el equipo salió a delante y fuimos contagiando el espíritu rugbier al resto de las chicas del colegio.
3. ¿Qué sensación tuviste al incorporarte a un equipo extranjero?
La acogida que tuve en el equipo fue inmejorable. Todas las chicas fueron muy simpáticas conmigo porque era la única extranjera en el equipo y tenían muchas ganas de conocerme. Tanto es así que cuando me despedí de ellas ya me sentía como de la familia.
Lo malo fue la comunicación. Allí todo el mundo habla inglés, así que en el tú a tú no había ningún problema, pero los entrenamientos eran en holandés y yo no pillaba ni media. Por suerte, los ejercicios que practicábamos eran similares a los que realizábamos en España y siempre había alguna chica que me traducía lo que nos iban diciendo los entrenadores. Aun así, cuesta acostumbrarse a jugar en un equipo con el que no te puedes comunicar, ya que en el campo instintivamente cada una habla su idioma.
4. ¿Cómo se trata allí al rugby femenino?
Holanda es un país pequeño, así que no tiene muchos equipos de rugby femeninos, pero los que hay lo viven al máximo: entrenan mucho y muy duro; realizan un montón de actividades paralelas relacionadas con el rugby; además de las ligas, organizan campeonatos y torneos en todo el país donde los equipos de las diferentes ligas juegan juntos. De manera que, si eres una rugbier jugando en Holanda, al cabo de un año acabas conociendo a una gran cantidad de chicas de todo el país que comparten la misma pasión y eso es algo que se nota a la hora de jugar los partidos, porque todo son caras conocidas y por lo general suele haber buen rollito.
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Con el Delft RC |
A decir verdad las chicas con las que juego no conocen mucho a cerca del rugby español. Algunas de ellas han oído hablar del equipo nacional de seven, pero poco más. Creo que eso habla por si solo.
6. ¿Qué importarías del rugby español allí?
Sin duda los terceros tiempos. Aquí las ligas son “nacionales”, por lo que cada domingo los equipos tienen que movilizarse y viajar a diferentes lugares del país. En estas circunstancias, y teniendo en cuenta que por lo general el tiempo no suele acompañar, no hay lugar para terceros tiempos.
Después de cada partido, ducha y a los coches y si eso, alguna de las chicas cenan juntas. Aun así, sí celebran de vez en cuando terceros tiempos como nosotras los conocemos, pero lo hacen “en frío”. Es decir, quedan algún día de la semana para cenar y beber juntas, pero no tiene nada que ver con el ambiente de después de un partido. Una pena.
7. ¿Qué exportarías del rugby femenino de allí?
Creo que el rugby español no tiene nada que envidiar al holandés. Lo que más me gusta de los equipos femeninos holandeses es la compenetración entre ellas: siempre hay algún plan a la vista y por lo general todas las chicas participan en ellos. Pero eso es algo que también tenemos en España.
Además de eso, resaltaría el carácter distendido de los entrenamientos y los partidos, al menos en mi equipo. Todas entrenan muy duro y se dejan la piel en el campo, pero no pierden la perspectiva de que están ahí para divertirse. Supongo que en ligas superiores la cosa cambia.
8. Una anécdota rugbera en el extranjero
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Delft RC |
En uno de esos entrenamientos, jugando a una placata, grité links (izquierda) para avisar a mi compañera de por dónde iba, pero la chica se sorprendió tanto de que lo hubiera hecho en holandés que se paró en seco y la cazaron.
Muchas gracias a Yaiza Cuñado por su disposición.
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